Hoy me arrebató la melancolía y he vuelto a tener trece o
catorce años. He vuelto al cubil del padre Ángel Ortiz de Villajos (uno de los
pilares de Iglesia Universidad –Sopeña, Iniesta, Aguirre... – y luego director
espiritual de los alumnos del SEK de Arturo Soria). Era músico, un gran
pianista y compositor, hijo de una gloria de la música popular: Cuna cañí, El niño de las monjas, Canta
guitarra, La luna enamorá, Al Uruguay, Madre, cómprame un negro…; y también matemático, que llegó al sacerdocio
algo tarde, cuando contaba cerca de cuarenta años. Y era bizco (los niños
lo adorábamos y le llamábamos Clarence,
ya saben, el estrábico león de una famosa serie de televisión).
Desde
mi bautizo a los ocho años, fui su monaguillo, incluso cuando dejé de creer a
los doce. Nunca intentó forzarme y reconvertirme. Hasta los diecisiete,
mientras estuve en el colegio, hablábamos a solas dos o tres horas a la semana
de las cosas de la vida y no había tabús; de música (era un gran especialista
en Mahler y me contaba sus secretos partitura en mente: “Mira, este es el tema
de Alma, en la sexta”) o de poesía. En aquel cubil suyo me leía poemas de
García Lorca, Alberti, Miguel Hernández y León Felipe, su preferido. ¡Aquellos
viejos libros de Aguilar o los clandestinos de Losada!
Aunque hay versiones espléndidas de Paco Rabal, elijo ésta de
“Qué lástima” dicha por su autor, el viejo y entrañable anarquista León Felipe,
porque el padre Ángel más o menos leía esta suave elegía como él. Y a mí me
llegaba al alma porque yo era hijo de exilios y de una trágica orfandad.
Ortiz de Villajos contaba con la ventaja de haberse ordenado de cura ya con años y estudios por detrás. Eso le permitía conectar tan bien con todos nosotros, alumnos y profesores y mostrar un espíritu más "liberal". Lo recuerdo riéndonos los dos de medidas represoras como la que imponía que las chicas llevaran el pelo recogido con una goma. Y ¡cómo no!, lo recuerdo en tu declaración de independencia, en la apertura de curso que has traído a la foto.
ResponderEliminarEn esta foto también aparece José Luis Brox, que también fue una presencia maravillosa en mi infancia (él era Jefe de Estudios de Primaria y fuimos muy amigos desde 1963 hasta el final). Es una pena que tú no salgas, pues dictaste la lección magistral y también fuimos siempre, desde 1970 (tercero de Bachillerato, latín), muy amigos (por ejemplo, durante la primera "huelga" estudiantil habida en un colegio privado de Madrid en el tardofranquismo, allá por 1972). Hace unos días, Juan Diego Martínez Alcaraz, amigo y compañero de clase, me envió vía Facebook este mensaje: "Eres digno alumno de Jesús Arribas".
EliminarExcelente persona y confesor mio. Me casó el 1 de julio de 1973. A Jesús arribas le conocí, como el a mi y a mi hermano y a José Luis Brox también. Estuve en el SEK Arturo Soria desde 1963 hasta el año 1968.
ResponderEliminarPero, me casó en 1976
ResponderEliminar¿Quién eres?, porque fuimos compañeros
ResponderEliminarMensaje anterior, soy Tulio
ResponderEliminarEl padre Ángel fue un gran amigo de mi padre, Miguel Cañas Carballido. Le llamábamos Tío Ángel. Una gran persona, con mucho sentido del humor.
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