a Léolo
Porque sueño
no se arrastra el desvarío
Porque sueño
halló destierro la esperanza
una isla el tiempo
y esta lluvia
el aflüente de las llamas
Porque sueño
se aviva el ansia
Porque sueño
ya se anudan los lazos del deseo
a las ávidas lenguas de la hoguera
y no embosca la corriente
la cicatriz
del triángulo incierto de tu cuerpo
Porque sueño
amanece
con desgana
a deshora
y vuelvo al sueño ya en vigilia
Porque sueño
soy tránsito del mundo
—razón y realidad ante la duda
Porque despierto y sueño
existes
ya en el centro mismo de la Historia
(aquel instante detenido
—el primero
y sucesivo)
Porque anochece
y se empeña y no te afliges
prendo
un manso fuego
sobre el cristal de la ventana
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